Blogia

La Diferencia

Mudanza

Me cambio de lugar.

Necesito un cambio de atmósfera.

Este es mi nuevo sitio: Juglar

Muchas gracias a todos por su atención.

P.D: Muchas gracias a Roberto Abizanda por su ayuda. Espero que quede muy claro que esto no significa que no esté a gusto en Blogia. Al contrario, ha sido una experiencia fantástica que recomiendo a todo el mundo. El cambio obedece a razones psicológicas personales. Esa desaparición de artículos me abrió los ojos.

Adiós.

Una duda...

Alguien sabe dónde se han metido mis artículos de mis últimos meses?

Pone triste. Parece que no haya existido en estos últimos tiempos.

Quizá esto denota que necesito un cambio de aires.

Significante significado

Significante significado

Supongo que es parecido a escuchar canciones en inglés sin dominar bien dicho idioma. Entiendes algunas palabras y expresiones sueltas, y al unirlas a la música, crean un significado para tí mismo, muchas veces distante de lo que los anglófonos interpretan o incluso del deseo íntimo del que quiso impregnarle el autor originalmente.

Estabas diciendo muchas cosas, un monólogo suave y continuo, pero a pesar de estar muy cerca tuyo, sólo era capaz de oír el viento contra el cristal, el correteo de los niños del piso de arriba como una manada de rinocerontes y el tintineo de dos monedas en mi bolsillo cuando me revolvía inquieto en mi sillón. Pero te estaba entendiendo. De verdad.

De los sauces llorones del patio del colegio, arrancábamos sus ramas y las despojábamos de todas sus hojas y subramajes. El resultado era un látigo verde para violentos fines infantiles. Me podrán explicar mil definiciones de lo que es un sauce llorón, pero será en balde. Para mi ese árbol es el restallido de su rama desnuda contra su tronco. Ese sonido es mi sauce llorón.

A veces, inflándonos de razonamientos, sentenciamos que hablamos dos lenguajes diferentes, que no acabamos de entendernos y de comunicarnos. Nos equivocamos en esos momentos. Ahora estás hablando con tono triste de cosas que no entiendo, y sin embargo, tus quejidos tienen un significado para mí. Entrelíneas sólo se te oye repetir una frase: "Abrázame fuerte".

El despistado

El despistado

Su despertador sonó a las 07:00, como todos los días laborables y, cuando se olvidaba de quitar la alarma al móvil, también los días no laborables. A duras penas, impulsado por esa ignota inercia que supera la apatía depresiva que supone madrugar, se empezó a arreglar para marcharse al trabajo. Fuera estaba muy oscuro, demasiado, pero a esas horas, hasta lo más paranormal es difícil que sorprenda. Cuando salió de su edificio a las 07:48, todo era un manto de oscuridad sobre un manto de nieve que había dejado el temporal de la noche anterior. Ya hacía meses que el día empezaba a alargar, por lo que quizá fuera la descomunalidad del espesor de los nubarrones lo que no dejaba escapar ni un hilo de luz.

Nadie entró en la oficina esa mañana, por lo que pudo mantenerse en un estado de semi-vigilia que uno agradece los lunes. Al salir del trabajo, la ciudad seguía sumida en una oscuridad total. Pero la temperatura era mucho más cálida. La nieve se había deshecho por completo y hasta apetecía quitarse el abrigo. Extrañado, levantó la mirada intentando dilucidar qué clase de engendro borrascoso podía tiranizar de aquella manera al astro rey. Para su escalofriante sorpresa, no había nubes. Es más, parpadeaban brillantes una congregación de estrellas impresionante. Fue entonces que cayó en la cuenta de que todo el mundo andaba corriendo y gritando por las calles, con sus maletas a cuestas. Las calzadas eran una hilera de coches furiosos que no podían organizarse para salir del desconcierto. Se sintió muy estúpido. El mundo había perdido la luz del día, y él había tardado horas en darse cuenta. "Ya me lo decía mi madre...".

Seguramente, ese día acontecía una gran historia, digna de la mejor ciencia ficción, pero quise concretar un poco. Dentro de todos los grandes momentos apocalípticos, siempre hay montones de historias cercanas de absurdos terriblemente humanos.

La grieta

La grieta

Se está abriendo una grieta ante mi, partiendo en dos partes el valle, como si fuera una frontera demasiado ortodoxa. Hay cadenas de amigos imaginarios que van pasándose piedras de uno a otro como afluentes que llevan su agua a otros afluentes y así sucesivamente hasta que finalmente llegan al mar que es la grieta. Pero por mucho esfuerzo que ponen trabajando delante de mi pasmosa quietud, no consiguen llenarla. La grieta no parece tener fondo.

Conforme van pasando los segundos, la grieta aumenta su anchura, lo cual apremia mi proceso de elección: debo elegir en qué lado me quedo. Pronto llegará uin momento en que no podré saltar de un lado a otro libremente. Debo decidir y despedirme de uno de los hemisferios de mi planeta.

Las estrellas del infierno

Las estrellas del infierno

Tuve una sensación extraña al contemplar un atardecer en las playas de Roses. La razón fue que era la primera vez que el sol se ocultaba deslizando sus últimos reflejos por la bahía. Siempre he disfrutado de una playa orientada hacia el este, por lo que se es más de amaneceres que de anocheceres. ¿Ese atardecer de Roses será como una pequeña metáfora de un ocaso en la costa portuguesa o gallega?. Mientras contemplaba cómo iban apareciendo en escena las estrellas, recordé eso de que muchas de ellas, aunque veamos su luz, llevan apagadas millones de años. Sólo vemos el recuerdo de una vida.

Las estrellas saben que a su muerte van al infierno, pues aunque de lejos brillen angelicalmente, en su interior arde un fuego que sólo puede encontrar guarida en la hoguera del Averno, custodiada por el Cancerbero de tres cabezas. Quizá puedan ver su brillo desde este lugar de los Pirineos Orientales. Tendrán un reflejo muy vivo de ellas mismas, como un increíble álbum de fotografías.
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Creo que debemos empezar a tirar del hilo, como Ariadna, pero en vez de guiarnos a la salida, que sirva para perdernos del todo.

Navego en una balsa de piedra.

Frío

Frío

Hoy no voy a partir. Hace mucho frío por la calle, realzado por el viento indiscreto, y mis defensas no son muros de mucho grosor. Necesito del abrigo del portal 103. Necesito 3 o 4 soles que alumbren y calienten. Necesito un hogar cálido donde me sienta como en casa. La gente debe estar escondida tras las ventanas, planeando el modelito que lucirá con el bronceado veraniego. Sí, podría perderme por calles improvisadas de lugares desconocidos, pero creo que no con este frío.

Hoy no voy a partir. Quizá mañana pueda abrigarme más.

Presentimiento

Presentimiento

Presiento que algo va a suceder. A distancia se adivina que las bocas murmuran mi nombre. Todos me tratan con formas suaves, como cuando saben un secreto que aún no pueden decirme. Hace un sol justiciero, pero en las oscuridades que flotan bajo mi abrigo, hace un frío cortante. La gente por la calle me persigue con la mirada, como si les sonara mi cara o como si aún llevara un pegote de crema de afeitar en la barbilla. Mi madre me mira apunto de confesarme que soy adoptado y mi novia está cabizbaja porque va a donarme un órgano para salvarme de mi enfermedad terminal que todavía desconozco. Hasta mi perrita me observa con ojos de conmiseración.

Puede ser que todo sea invención mía, que me encuentre a disgusto con mi persona por esos kilos que he cogido o que el interrogante indeciso que llevo tatuado bajo el flequillo esté poniéndose al rojo vivo, y por eso esté elucubrando alucinaciones. Puede ser, pero no lo creo.

Sé que ese remolino que despeina a los que salen de las peluquerías es un viento de cambio, un pregón que trae la buena nueva.

No, no deseo que algún chivato se vaya de la lengua. Ni estoy calculando cumpleaños, aniversarios o efemérides comerciales de regalos.

Cuando recibo una carta al llegar al mediodía a casa, primero como tranquilamente, me preparo el café, y después de encenderme un cigarro y acomodarme en mi sillón favorito, rasgo el sobre lentamente. Aunque sean malas noticias, no hay que recibirlas con ansiedad.

El tiempo no llega tarde para los que saben disfrutar de la espera.

Todos en un ovillo

Todos en un ovillo

* En QDQ hay un curioso Callejero Fotográfico de Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia. A ver cuándo me ponen a la ciudad del viento. (Encontrado gracias a Leda).

* Esta semana he mirado hasta tres veces: una, dos, y tres.

* Un corto desternillante de la sección de cine de Festimad: Mi Señora. Cambiando de tono, este escalofriante corto de Notodofilmfest: Express. Hace tiempo una chica me dijo sonriendo que yo era como Shrek; aún sigo buscándole el lado bonito a la frase.

* ¿Alguien le quiere gritar bien fuerte al oído para que despierte?.

* Alex ha encontrado al que escribe los destinos. Y una aterradora carta de amor.

Encontrado perdido por La Oficina

.

* Eva dijo Galope por Alberti. Para mí, será en la voz de Paco Ibañez en el Olimpia. Siempre.

* Crimson Room es un original y desquiciante juego en el que tienes que salir de una habitación. (Encontrado en Microsiervos). Otro: el clásico PacMan, chivado por Gusanos Rosas.

* Por la actualidad que debería importar: Guerras Olvidadas. No os dejéis llevar por la manipulación informativa.

* Me siguen conm(p)ov(n)iendo los autorretratos de Stee.

* Dos canciones mostradas por Pablo: Rich y Love Story.

* Sugerencias Oink!:
- Una gran historia: "I love death".
- El tierno cuento de Un Globo.
- Un juego para guiar a un tío sin cabeza
- Un juego bucólico de estrellas y burbujas.

Por TREBOL-A

Desatado

Desatado

"Entonces yo, sin el peso de la carne, me sentiré desatado de manos. Y, si finalmente resulta que existe, iré al cielo, donde pasaré una larga temporada." (Traducción:Aura).

En mi viaje por la Costa Brava del pasado verano, fotografié lo que veis arriba. No sé muy bien cómo explicarlo, pero me produce cierta atracción. Creo que hay algo en ese texto que no se aprecia a primera vista. Tiene un mensaje oculto. Quizá me equivoque. Quizá fue solamente la inmensidad del momento que me trae. Ayudadme.

(P.D: Dedicado a esa nueva lectora catalana, que me lo pone cada día más difícil.)

Crucigrama

Crucigrama

Mi nombre es hebreo, mi primer apellido árabe, y el segundo tiene origen catalán.

Tengo sangre celtíbera, artificios moros, pelo griego y necesidad expansionista romana.

Nací en la nieve, crecí al sol, maduré al viento, me sumergí en el Mediterráneo, subí a los Pirineos y hoy llueve.

Mi mente es demócrata, mi alma izquierdista, mi corazón libertario y mis genitales ocultan su fascismo con propaganda centrista.

Así, seguro que en las próximas elecciones en vez de un voto, emitiré un crucigrama.

La mano izquierda ya hace tiempo que me inquieta con su afán independentista. Antes de que llegue a mayores, he decidido federalizar mi cuerpo.

Ante tamaños problemas en el Ministerio de Mi Interior, cualquier incauto osa importunarme con lo de "Juglar, aclárate, por Dios". Le doy una leche...(Que nooooo, que mi oreja derecha aboga por el pacifismo).

Las cinco del interrogatorio

Las cinco del interrogatorio

1)Si pudieras viajar 7 años hacia el pasado ¿Qué advertencia te darías a tí mismo?
Jugli, tienes todo el derecho a hacer lo que te venga en gana. Lo que viene después no tiene nada que ver.
2)Define tu vida en solo 3 palabras.
Lenta, difusa y diferente.
3)Tu casa se está incendiando.Todos tus seres queridos y mascotas ya están a salvo,y sólo falta que salgas tú.Sólo hay tiempo de cargar con un objeto de tu habitación ¿Qué cosa rescatas?
Mi carpeta de canciones.
4)¿Qué tienes actualmente como wallpaper en tu monitor?
El dibujo de una niña rubia y cabezona, vestida de primera comunión, tocando un piano rosa, cuya partitura es un gran ojo. Podría haber mencionado otras anteriores, pero prefiero ser honesto.
5)¿Qué es lo más aterrador que podría sucederte?
Perder la capacidad de ilusionarme como un niño por cosas que los mayores no entenderían.

Las cinco del viernes

Te he visto

Te he visto

- Te he visto mojarte los labios.
- Te he visto mirándome fijamente con ojos tristes y silenciosos.
- Te he visto el cuerpo desnudo, pero no he conseguido desnudarte el alma.
- Te he visto abarcar el mundo entero con las manos y también te he visto prisionero de tu habitación.
- No te he visto mostrando en público tus sueños.
- Te he visto en la calle y no me has saludado.
- Te he visto estudiándome y creyendo entender lo que me ves.
- Te he visto coqueteando con todas las mujeres.
- Sé que es difícil de explicar, pero aunque hoy no estabas, te he visto en algún lugar y estabas muy guapa.
- Te he visto dos caras alternas: la que me hunde y la que me llena de vida.
- Te he visto volverte invisible y, a la vez, omnipresente.
- ¡Te he visto!¡Te he visto!¡Por juglar y por todos sus compañeros!

Aspiraciones geométricas

Aspiraciones geométricas

Conozco un cuadrado que quiere ser círculo para salir rodando y a un círculo que quiere ser cuadrado para encajar en habitaciones y ascensores. Cerca de ellos hay una esfera y un cubo que se mofan de su bidimensionalidad. Pero en el fondo, todos los vecinos del barrio sabemos que el cubo anhela no tener aristas para poder rebotar y la esfera desea ser plana en alguna dirección para conseguir asentarse en algún lugar que llamar hogar. El punto, ermitaño, anacoreta, es el único que no padece de ansiedades y frustraciones. Pero tampoco sabemos si posee pensamientos. Sospechamos que perdió el habla al conocer su falta de continuidad.

El hueco de un patio interior

El hueco de un patio interior

Mi cuarto da a un patio interior oprimente y oscuro, y cuando por las noches mi ritmo vital decelera, los sonidos del vecindario me asoman a otras ventanas.

La quinceañera del segundo todos los días después del instituto, escucha una y otra vez durante toda la tarde, el disco que alza a moda la radio-fórmula, mientras sueña recostada cómo le besaría el chico del que está enamorada, ese que se sienta dos pupitres más adelante. El chaval del cuarto, cuando se hace de noche, desenfunda su violín y practica durante horas una desafinada melodía de Beethoven y su madre le escucha emocionada mientras hace que lee el último número de las más morbosa revista del corazón. La vieja de enfrente, cosiendo una colcha interminable con su tuberculosa máquina, combate el insomnio que padece desde que perdió a su marido en un ataque de aburrimiento nada más comenzar su jubilación. El madurito solterón del quinto se ha dado cuenta que la vejez le va alcanzando porque cada vez duerme y oye menos, y lo único que hace es escuchar las tertulias de la radio (a todo volumen) para sedar su soledad.

El hueco del patio interior me trae sonidos como metáforas de gentes solas que encienden sus máquinas de compañía. Todos los que en vez de ensordecer, sólo escuchamos los sonidos de la comunidad, les deseamos que el viernes próximo, el violinista y la adolescente se arrimen en un banco del parque, y que el solterón invite a tomar un café de domingo a la viuda modista. Después de enunciar nuestro deseo, mañana lunes encenderé La Gramola y escucharé al genio de la lámpara concedérnoslo: "Bienvenido a La Gramola. Ésta es su elección."

Competitividad

Competitividad

Compito para subir puestos en la lista. Voy masacrándome el tipo y así intento adelantar a los que me preceden. Cuando me canso de competir sin subida ni beneficio, amplío el margen que me quieren imponer las normas y entonces subo más rápido los escalones. Noto cómo la cima pierde altura y desde mi posición puedo observar más montañas, cada una con su lista y sus reglas diferentes. Hasta el color de la bandera que se ha de recoger en lo alto, cambia ostensiblemente de una a otra. Me paro en seco. Me corroe el desasosiego. Anhelo estar en otra lista, con otra meta y con reglas humanas, sin posibilidad de doblegar su margen. Esta noche sé que la pasaré en vela, colgado en mi solitaria tienda de campaña. Mañana cuando amanezca tengo que elegir entre las dos posibilidades: seguir subiendo por mi lista o bajar y empezar desde cero en otra lista. Desfallecen mis fuerzas y por momentos me dan ganas de dejarme caer por la pendiente sin mayor preámbulo ni parafernalia.

Todas las direcciones me amenazan con llamarme fracasado. Suspendido en itinerario. Pero esto sólo compone la angustia nocturna; al amanecer, me pondré un parche negro en el ojo izquierdo y echaré a andar. Intentaré al menos que el camino se crea que marca la diferencia, alejado de las autopistas hacia el cielo.

Y es que me canso de competir para sólo ganar mayor ansiedad de competir.

La existencia del amor

La existencia del amor

Rotundamente, sí. Quizá podamos volvernos más modernos en la terminología, decir que el amor es un trastorno neuroquímico provocado por nuestro instinto reproductor, o volvernos hacia las concepciones espirituales de toda la vida y categorizar que el amor es un deseo del alma, un espíritu libre y caprichoso que somete nuestras voluntades. Pero opino que sigue siendo un componente tan enraizado en los designios personales de cada cual, como siempre lo ha sido.

La modernidad se asocia a la decadencia de cierto romanticismo que parecía emanar de tiempos anteriores y quizá más ingenuos, pero el amor, como la materia, no desaparece, sino que se transforma. Sí es verdad que ahora vemos más divorcios, menos amores eternos, mayor comercialización del sexo, menor pudor e idealización poética... Pero esto sólo es consecuencia de la acelerada revolución social que vivimos, que magnifica la libertad individual y supera las barreras impuestas por la tradición y la cultura. No amamos menos, sólo reinventamos el amor. Es más, se podría decir que, en media, este libertinaje amatorio aumenta la media de amor que circula en nuestro planeta, porque las razones adyacentes a las relaciones y matrimonios, cada vez influyen menos en este tema.

Podemos observar que esa aceleración que lleva hoy día nuestra sociedad, también se manifiesta en que el proceso de mutuo conocimiento que conlleva el amor (su mayor riqueza) también es más rápido. Y por eso a lo mejor acaba antes. El problema estriba en que en el amor (como en la vida) perdemos la curiosidad por descubrir, porque nos creemos (falsamente) que ese vértigo alocado nos hace envejecer también a mayor velocidad.

Es difícil componer una demostración científica de la existencia del amor. Sólo podremos observar, en análisis microsociológicos, que una persona toma decisiones basándose en criterios irracionales en ciertos momentos de su vida. Y esto sólo es explicable, introduciendo en el modelo estudiado la variable-amor.

Quien sea capaz de decir que nunca ha amado verdaderamente, es porque los miedos paranoides no le dejan vivir.


Diálogo entre Bitácoras



Conclusiones del debate anterior: Resumen y Citas.

Prisionero

Prisionero

Miré por la ventana, contemplé el parque y me sentí encerrado en mi habitación. Salí de mi casa, observé el pueblo envuelto en una neblina blanca y me creía acorralado en el parque. Subí al cerro de las afueras, disfruté de la extensa vista del valle y me noté atrapado en el pueblo. Viajé a la costa, abarqué el cielo estrellado desde la fría arena y me descubrí aplastado contra el planeta.

Demasiados aires de grandeza para tan poco poder. Demasiado pequeño para tener tan buena vista.

Regalo comercial

Regalo comercial

Qué te regalaría.
Una asesino para la Elegía.
Un canto de Alegría
desde el mester de Juglaría.

Darte qué podría.
Mi regalo, que fueras mía.
Y el tuyo sería
una rima consonante
de las de antes
cuando era de día.

Paguen los honorarios
para que actuen los sicarios
de la más mía Agonía.

Entrometiéndome

Entrometiéndome

Pensamientos de Ella

¡Qué chico tan guapo! No se ven muchos de esta categoría en estos vagones del demonio. ¡Y qué ojos! ¿Dónde parará esa preciosa mirada perdida. Seguro que no en este paisaje árido del valle. Estará imaginando que pasea por una playa cantábrica, solitaria, con su chica prendida de la mano, callando todo el amor que sin darse cuenta les está acorralando. ¡Uy!¡Me ha pillado!¡Mierda! Seguro que está notando que me suben los colores. Miraré por la ventana, como él, para encontrarme con su imaginación, y que sea yo la que se prenda de su mano. Cuánto me hace falta esta historia...

Pensamientos de Él

¡Vaya!¡Qué pedazo de morenaza se me ha sentado enfrente! Esta es de las que seguro que están pilladas ya. ¡Y qué cuerpo! Haré como que paso de ella. Miraré por la ventana, seguro que se enciende al creer que no llama mi atención. ¡Joder! ¡Casi me pilla mirándole las piernas! Y ahora las cruza. Uyuyuy, que ésta me quiere provocar. ¿Qué CD es ese que está escuchando? A ver... OT!!?? ¡Qué decepción! En fin, creo que, para incursiones playeras, esta morena bien me valdría para la épica nocturna, pero para pasear sobre la arena del atardecer, escogería mejor a esa rubita del fondo, la que tiene los colores subidos. Esa parece que habla menos mi idioma. Voy a ver si se me cae el paquete de tabaco pasando por su vera. Voy.
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P.D: Parece que me estoy entrometiendo.