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Diario de un Pesimista

Fin

Fin

Gotas

Gotas

Una gota. Tristeza, ¿recuerdas caras pero no nombres?
Dos gotas. Melancolía, ¿en qué piensan los sueños cuando duermen?
Tres gotas. Nostalgia, me gusta el silencio, lo transformo en ruido.
Cuatro gotas. Indiferencia, ¿hay una respuesta para todo aunque la desconozcamos?
Cinco gotas, seis gotas. Enojo. Hacemos daño cuando ignoramos que le sigue el dolor.
Siete gotas, ocho, nueve gotas. Recelo. Jamás me encontraréis, vivo dentro de mi mismo.
Diez gotas. Está nublado. Cómo distinguirías lluvia de las lágrimas.

Recuerdo

Recuerdo

Posaste tus ojos sobre los míos, no en ellos, encima, dónde dicen que nacen las lágrimas, las amargas, aquellas que se llevan todo menos su recuerdo.
Todo el mundo sabe llorar. Yo no.

Sin rumbo

Sin rumbo

No vale la pena mecerme en los brazos de la desesperanza. Avanzo sin rumbo aparente, no sé dónde estoy, pero si a dónde quiero llegar.
Ayer lloraste cuando en tu sofa te miré a los ojos y te dije que mi vida había cambiado, que ya nada volvería a ser igual.
"Has perdido el control, ¡has perdido el control de tu vida! ¡Ni tú mismo lo sabes!, ¿No te das cuenta?" decías mientras mezclabas palabras y lágrimas.
Me recosté, aún me hace un nudo en el alma tu llanto, aún lo hace tu risa, y sé que el tacto de tu piel desnuda apretaría tanto ese nudo que mi corazón moriría ahogado por las cuerdas que son ahora sus costuras. Pero estoy lejos, ya te dije que estoy lejos. No conozco dónde, y por eso sé que todo va a salir bien.

Locura

Locura

Contemplamos nuestra vida a través del espejo que es la razón. Pero el mio yace en el suelo roto, rodeado de muros, sus esquirlas sólo dejan adivinar locura cuando mi ser se refleja en las multifacetadas aristas, de sus fragmentos mi alma se pierde entre restos de demencia y sinsentido.
Mis lágrimas caen en mi interior. No quiero dejar que nadie las quiera secar nunca más.

Costra

Mi cuerpo ya descansa en agonía, ahora, con mis manos, poco a poco iré quitando el aire a mi pobre espíritu, destruyendo para siempre la persona que había. Fuera quedará la cáscara, la costra, el testigo de todo de todo lo que va a sustituirme para siempre

La noche se viste de oscuras olas de raso, rompen contra mis sentidos. El valle de las heridas que otrora surcarán las lágrimas de mi llanto, son ahora cascadas que caen entre la herida abierta que hizo de mi corazón dos trozos.
Nunca podré hallar el consuelo, he colmado mi vida con una tristeza tan grande sólo para llenar el espacio que tú ocupabas.
Ha perdido el amor.

Nunca

No puedo dormir. Temo mis sueños, estos ya no vienen acompañados de paz y sosiego, ellos ya no son la pantalla negra que separaba la desesperación de la sentimental luna frente a mi razonada luz del sol. Ya no queda nada de ellos. Ahora cuando el cansancio me puede, y caigo en mi sofá por el azar de este caprichoso insomnio, me levanto aterrado, sudando... incluso a veces alguna noche en mi cama gritando.
No puedo hablarte de ello, sé que no quieres ni escucharme, sé que incluso siendo fiel a mi mismo lo único que me queda ya, no debería escribirlo, pero me traiciono, ya no me tengo.
Quisiera decir muchas cosas, no las que crees que quiero contarte, pero ya no quieres oirme.
Dos meses... que ironia.

Poesía concreta

Poesía concreta

La noche duerme sobre el campo,
Sus negras hojas temen el suelo.
La noche duerme sobre el mar,
De sus olas solo conoce el olvido.
La noche duerme sobre la ciudad,
Solo corre frío por sus calles.

La pena ha devorado mi ser y solo,
He llenado mi alma de noche.
Quedan temor, olvido y frío.
He matado mi prosa.

Morir

Morir

Nunca antes se me había antojado el deseo de separar mi conciencia, mi mente, sentimientos y dolor de la vida. La vida, cuantas veces se proclama como el rio por el cual fluye la felicidad, en mi caso es un aspero alambre cuya duracción se acorta por la herrumbre de la pena y la perdida de la esperanza. Siento deseos de estrangularlo yo mismo, de un golpe seco, acabar así con la agonia de ver como mi mundo cada vez pierde más piezas que lo hagan tener sentido, o, por qué no, ganas de seguir en él. Vivo por el hecho de estar unido a un cuerpo, uno que alimenta mi psique, mi alma, y esta dice basta. No hayo paz en sueños plagados de pesadillas. No lo hago en un mundo en el cual ya nada tiene interés.
Sigo vivo, porque aún queda un poco de alambre.

Escapar por fin

Escapar por fin

No hay luz, no hay vida, pues esta se difumina cuando sin sombras su presencia se diluye. Ya no queda nada que pueda herirme, ya no puedo sentir más dolor. Voy a estar más allá de él.

PD: He puesto en borrador el mensaje de ayer. Creo que no debería estar tan a la vista

La vida sigue

La vida es tan compleja cuyo significado se escapa. Creo que comencé ya un post así
De todas formas lo más importante es seguir adelante, he de seguir escribiendo.

Luna Roja

Luna Roja

Entró en su habitación también esa noche. Fuera llovía, nunca dejó de hacerlo. La lluvia nunca para de caer.
Noche tras noche Thomas Sopz cruzaba el umbral de esa puerta para recordar, para enfrentarse a ello sin poder encontrar una respuesta. No podía huir, dejarlo casi lo mató. Sin duda esto era mucho mejor, al menos así podía dormir, a veces.
Y allí, como cada noche seguía la lluvia. La calle estaba seca, soplaba una fría brisa de madrugada y las hojas secas del otoño eran arrastradas calle abajo. Las gotas brotaban del atenazada alma de Thomas, y recorrían senderos donde un día hubo recuerdos, ahora sólo eran surcos en su ser dejados por el dolor. Esas gotas no mojan al mundo, lo hacen por dentro y se llevan lo mejor de nosotros con ellas. A veces las llaman lágrimas.
Una caja en su mano. Metió los recuerdos y la dejo en un rincón junto a las demás.
- Excepcional me dijiste - susurró -Lo malo de ser un tipo excepcional es que no hay formulas que sirvan para abandonar el dolor. Morimos de él.
Cerró la puerta, bajó las escaleras y salio a la calle. Fuera una gran luna roja coronaba la noche, en el suelo, debajo de los pies de Thomas Sopz, más lágrimas cayeron de su alma.

Duele

Duele

¿Por qué duele tanto? No quiero llorar, no quiero derramar lágrimas que ya no tengo, sólo quiero morirme. ¿Qué tengo que hacer para que pare todo esto? Me cuesta hasta respirar, estoy sólo, completamente sólo. Cuando mi alma también se parta en dos, ¿querrás entonces oirme?

Pasado, Presente, Futuro

Pasado, Presente, Futuro

No vivo anclado al pasado. Vivo el presente. ¿El futuro? Ya está aquí. Mientras escribo ya es el futuro. Mañana cuando me levante será el futuro, y dentro de dos años será el futuro. Pero es el presente el que me preocupa, un presente que he construido a base de decisiones en el pasado que ahora hacen peligrar ese mismo futuro, el que llega en cada momento.
Yo no pienso rendirme.

Promesa

Promesa

Dijiste que volverías por mi y aún sigo solo
Ojala las promesas no fuesen tan fugaces, efímeras. Pero yo te enseñé a romperlas.

Risa

Risa

Hoy soy feliz. La noche siempre me trae algo de desasosiego, pero puedo mirar un poco más allá, más lejos y esperar más de todo. Hoy el dolor duerme entre sábanas de recuerdos del presente.
Hoy rio.

Dolor amargo

Dolor amargo

La vida es intangible, el dolor real, y este baña las playas de mi ser. Sus aguas cubren algo que yace muy profundo. Ojala pudiese sólo llorar y gritar desconsoladamente, pero no soy capaz. Cubro mi debilidad con barreras que ya no puedo controlar, salen en mi socorro incluso cuando no las deseo. “Evitáis que escape mi pena, impedís el llanto y que me deje el dolor” grito, pero nadie me oye, nadie me consuela.
No deseo esperanza, sé que nunca la tuve.

Humo de felicidad

Humo de felicidad

Nunca hubiese pensado que la felicidad podía ser oculta en pequeños tubos de humo. Este post no es, ni mucho menos una apología de las drogas, no voy a meterme a hablar de asuntos de legalización o si su consumo es bueno o malo, pero gracias a ese humo, a esa pintura que teñía de blanco la noche mientras subía a mi casa, sólo a eso, que ahora escribo de una parte de mi y no del asco que me da estar vivo.
No sé como será el resto de la gente. Es lo que pensaba. Ya sé que es difícil conocer a alguien, pero puede intentarse. Yo lo hago. Pero en mi caso, cómo se van a hacer a la idea los que me rodean si mientras sonrío trato de ignorar todo esto. Es verdad, soy incapaz de abrirme a los demás. Y frente a la persona ante la cual reúno fuerzas para desvelar tal cómo me encuentro, esa persona, sólo es capaz de pedirme que sonría, que no este triste, o por lo menos que finja estarlo. Imagino que debe de darle miedo no saber que hacer cuando se encuentra con mi verdadero ser, el que no tiene esperanzas, el que se derrumba, un yo desolado y carente de ninguna ilusión.
“Trata de sonreír” me has dicho.
Me veo como pequeños pilares. Mi vida tiene diferentes aspectos que he de sacar adelante. Carrera, trabajo, amigos… toda esa vida se sustenta bajo una misma base. Yo. Y eso es lo que no ven los demás, la base, pero la gente no son como edificios. Esa es la única explicación por lo que algunas cosas siguen adelante cuando realmente yo no lo hago

Bueno, imagino que habrá gente a la cual le den asco este tipo de post, pero bueno, para eso tengo un blog, para decir lo que me dé la gana, total, ya me da igual todo.

Volver a empezar.

Volver a empezar.

Ya no me queda nada. No puedo perder nada. Sólo puedo quedarme como estoy si me hundo más.
Vida, preparaté. Llevo mucho tiempo cogiendo fuerzas en secreto para devolverte el golpe. Esta vez saldré victorioso yo.